Cada vez que tu mano blande como una espada un instrumento de escritura, bien sea un lápiz, un bolígrafo, una pluma... incluso un cincel o el quizás más sofisticado teclado de un ordenador, y los engranajes de tu mente comienzan a chirriar entonando un canto de protesta por interrumpir su retiro en las colinas de la vaguería, comienza un juego, a modo de batalla, entre aquello que queréis decorar plasmando vuestros pensamientos, y vuestro intelecto, que comienza a funcionar como un coche patrulla en su búsqueda frenética de un fugitivo; un fugitivo, que en este caso no es más que una idea a la que podamos considerar digno ocupante de la primera entrada de nuestro blog...
Y, como no podía ser de otra manera, debemos ceder tal honor al Único en el que todos los caminos confluyen, a Aquel en quien todas las cosas se hacen posibles, al Señor que permite que estas letras se junten dando consistencia y coherencia a unas palabras pobres y escasas, incapaces de contener entre sus muros la descripción de un acto de amor que desborda todo límite que el hombre pueda elaborar con su pensamiento, el acto de su entrega total a los hombres... Por Él y para Él va dedicada esta primera entrada.
Fantástico, maravilloso, estupendo, precioso, magnífico, grandioso, inigualable, insuperable, excelente, portentoso, prodigioso, admirable. En definitiva: soberbio. Enhorabuena por el blog y... gracias sean dadas a Dios por el gran don que te ha regalado.
ResponderEliminar